También conocida como guayaba fresa o guayaba de Cattley, es originaria de las montañas de la Sudamérica tropical y subtropical que se ha podido adaptar a todas las regiones del mundo con un mínimo de condicionantes.
Estos condicionantes se pueden resumir en la siguiente pregunta-respuesta; se te dan bien los cítricos en tu zona? Si es así, también la guayaba fresa ( Temperaturas hasta -5ºC pero que no sea de manera continuada).
La planta, es un arbusto que puede ir desde los 2 hasta los 6 m de altura según la tipología del suelo y clima, de hoja perenne superlustrosa y coriácea. La corteza, la mencionamos también pues es muy decorativa, lisa, de color marrón rojiza que va desprendiéndose en láminas como las otras especies pertenecientes a la familia de las mirtáceas ( tanto las Feijoas como las guayabas pertenecen a esta familia si bien las hemos puesto en un grupo aparte por el tamaño del fruto y su más amplio uso ). Flores pequeñas, hermafroditas y autofértiles ( si bien la cosecha aumentará en presencia de otra planta como “la amarilla”), con numerosos estambres y muy fragantes; otra característica de las mirtáceas
La fruta, de un color rojo burdeos o fresa muy madura, llega a los 4 cm si bien no es homogénea en la planta y tendremos fruta de distinto tamaño. Su pulpa es jugosa, dulce ( toque a fresa, guayaba común,piña ) y ácida. Eso sí, mantiene la genética de su familia y tiene el toque de las mirtáceas, sobre todo su aroma lo recuerda ( si habéis podido probar un Ugni molinae o algún mirto, os lo recordará sutílmente). Las semillas se notan en la boca pues aún siendo pequeñas son duras.
Se puede empezar a recoger a partir de Agosto-Septiembre en las zonas más cálidas y a partir de Octubre en las templadas.
Normalmente se consume en fresco si bien es una fruta que se mantiene bien en el frigorífico incluso se congela y luego sirve para mermeladas, helados, zumos y también se utiliza en la elaboración de licores.
Recomendada totalmente junto con su prima “la amarilla”.
