Grosella Negra

En tiempos pasados la grosella negra no fue comprendida, o no supimos comprender a la grosella negra…
Siendo una superfruta, verdaderamente una superfruta, nos quedamos con su carácterístico gusto en fresco y pasó un poco inadvertida, o mejor dicho fue ¿relegada? a otro plano.
¡Pues bien, aquí está para reclamar lo que es legítimo!
Hace unas tres décadas, Ribes nigrum , también llamado Cassis sobre todo en Francia, no tenía digamos una gran aceptación como frutal, las variedades de la época producían unos frutos que se podían describir por la mueca de quien los probara… Digamos que no eran los mejores frutos para picar …
Pero conocedores, ya desde entonces, de las propiedades tan saludables que contenían esas globosas bayas negras, fueron utilizadas en multitud de jarabes para niños y niñas ( yo mismo he crecido tomando lo que se llamaban «elixires» con una mezcla de hierbas, flores y frutos que normalmente provenían de Suiza, Alemania y Austria; casualidad…, cuna de todos estos frutos del bosque ), suplementos dietéticos, siropes con azúcar, y un sinfín de mermeladas ( hay muchísimas recetas para elaborar mermeladas con grosella negra que verdaderamente fue el medio por el que mantuvo esa pequeña fama ).
Poco a poco, se fueron estudiando más a fondo, y empezaron a surgir variedades más adecuadas , eso sí, sin perder la esencia de la grosella negra, varieadades más asequibles a (casi) todos los paladares y hoy en día ya podemos decir que la grosella negra Ribes nigrum ha llegado para reclamar su lugar entre los frutos de bosque, y ya ha conquistado todo centroeuropa y llega a nuestras tierras.
¡Hagámosle una bien merecida bienvenida!
Ribes nigrum es un arbusto que alcanza los 1,5-1,8 m de altura y 1 m más o menos de anchura, dimensiones que se ajustan todos los años, ya que mediante la poda únicamente debemos dejar en el arbusto ramas de 1 o 2 años, para mantener produciendo fruta año tras año y que la planta no «envejezca» prematuramente.
Tened en cuenta que las plantas que necesitan de ramas vigorosas jovenes para producir fruta, también van a necesitar de abonados continuos para mantener ese vigor.
No van a reclamar un suelo perfecto, se adaptan a muchos tipos de suelos con un rango de ph 5,5-7,5. Eso sí, ricos en materia orgánica y que no sean encharcadizos ( por lo que si las tierras son muy duras y no tienen pendiente, se aconseja hacerles unos caballones).
Lo que sí van a reclamar , pero esto ya depende hoy en día de las variedades, es el frío. Son una especie que les encanta el frío invernal, cuanto más mejor y mayor cosecha nos darán. Las horas de frío ( horas que pasa la planta en letargo con temperaturas por debajo de los +7ºC) variarán en función de las variedades, cuestión que será importante a la hora de elegir la más adecuada para cada zona.
Al pie del cañon estaremos para ayudaros en esa búsqueda…
La floración es aún más desapercibida que la de la grosella roja y blanca , y tal y como ocurre con estas anteriores, la flor está preparada para polinizarse y cerrarse rápido, dándonos a conocer los climas tan extremos por los que ha pasado esta especie.
Una vez cuajado el fruto, los encontraremos maduros ya para Junio y Julio dependiendo de las variedades. Ese fruto negro brillante, superaromático ( bueno, aromático es todo en la grosella negra, desde las raíces, tallos , hojas y como no, el fruto) que parecen las perlas negras tan codiciadas…
Con las variedades de hoy en día se le puede hincar el diente directamente, pero sin pasarse, sin olvidar su pasado. Lo utilizaremos en fresco, yogures, tartas, siropes, mermeladas, vinos, licores, elixires, zumos energéticos, zumos depurantes, zumos reconstituyentes….
Ribes nigrum sería la salud hecha planta, y fruto. Los frutos son especialmente ricos en antocianinas y flavonoides,polifenoles ( de ahí esos colores negros), y Vitaminas C sobre todo pero también A y B.
Sus logros son muchos. Aquí algunos de ellos:
Son un verdadero alíado a la hora de mantener los vasos sanguíneos en perfecto estado con lo que además del resto del cuerpos te lo agradecerán los ojos, manteniendo sus funciones y retrasando su envejecimiento debido al paso de los años.
Son antiinflamatorios, mejoran el funcionamiento del sistema digestivo gracias a esa fibra que contiene y los minerales Hierro, Potasio y Calcio.
También son eficaces a la hora de combatir o evitar las infecciones urinarias.
Mejoran el sistema circulatorio, nervioso y muscular , sobre todo por su alto contenido en potasio.
Ayuda a bajar de peso.
Previene infecciones respiratorias.
Etc.
Tal y como ocurre con las superfrutas, puede haber algo de mito en todo esto, pero está claro que la grosella negra ha reconquistado sus tierras y ha vuelto con fuerza, con esa fuerza que no dudará en repartirla por doquier, allí donde volvamos a plantarla. ¡ Larga y próspera vida a Ribes nigrum !